Después de exiliarse en Francia, donde trabajó en particular para la Unesco, de regreso a su país, a fines de 1992 gracias a la ayuda de un magistrado paraguayo logró sacar a luz los « Archivos del Terror », cinco toneladas de documentos sobre el sanguinario operativo perpetrado conjuntamente por las fuerzas armadas y de seguridad de varios países, sobre todo del Cono Sur americano, con el apoyo de la todopoderosa CIA estadounidense.
Todas las peripecias y entresijos del « Cóndor » fueron plasmados en la obra escrita durante siete años por el joven escritor y periodista francés Pablo Magee (París, 1985), quien reside en Paraguay desde hace varios años.
Magee, un intelectual con una sólida formación académica, en medio de la pandemia que lo ha retenido en Francia más de lo esperado asintió a ser entrevistado telefónicamente para Medio Mundo. He aquí su testimonio:
P: ¿Cómo un joven francés se acercó al Plan Cóndor o éste llegó hasta él?
R: Siendo estudiante en el liceo Frédéric Mistral, en Aviñón, donde pasé el bachillerato, estudiar literatura ‘concentracionaria’ (de temática concentracionaria) me permitió descubrir el formidable poder de la pluma para transmitir y hacer accesibles hechos que, ‘a priori’, son incomprensibles para el espíritu humano. Fue por aquella época que conocí a Jorge Semprún*, quien me inculcó esta obsesión por el deber de hacer memoria.
Despúes, cuando realizaba mis estudios universitarios en Londres, el destino quiso que mi profesora de historia de las ideas políticas fuera alguien que había trabajado para el secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, en momentos en que la CIA preparaba el golpe de Estado contra Salvador Allende, en Chile. Al descubrir la línea de la política exterior de su país, conmocionada, renunció y partió hacia el Reino Unido. Ella fue quien quien me inoculó el virus por intentar comprender el funcionamiento de las dictaduras en América Latina.
P: ¿Cómo nació tu iniciativa para escribir este libro y cómo fue tu relación con Martín Almada?
R: Durante un viaje a Paraguay, con 26 años, me ofrecieron presentarme al Dr. Martín Almada. La noche en que nos conocimos hablamos durante seis o siete horas sin parar. Me contó su historia personal y su descubrimiento en Paraguay de cinco toneladas de archivos de la Operación Cóndor, incluidas en el Archivo de la Memoria del Mundo por la Unesco; y en ese mismo instante, mi ideal de escritura encontró su causa.
Una semana después de regresar a Francia, le escribí preguntándole si me permitía escribir un libro sobre su vida. Almada aceptó. Pensé que me llevaría un año, pero el tema era tan amplio que terminé instalándome allá (en Paraguay) para estar más cerca de los archivos y de mi protagonista, y la investigación finalizó tras siete años. Di la vuelta al mundo con Martín Almada y nos encontramos con personalidades fantásticas, como el papa Francisco, a quien solicitó que abriera los archivos del Vaticano sobre la Operación Cóndor, o Juan Martín Guevara, uno de los hermanos del Che. Este recorrido de escritura fue un verdadero caldo de cultivo.
P: ¿Cómo fue tu trabajo en Paraguay? Cuéntanos un poco sobre tu vida allí.
R: Mi investigación en Paraguay no fue sencilla. Primero, advertí que estaba bajo escucha y que era vigilado desde muy cerca. Luego llegaron las amenazas y ataques informáticos contra mi cuenta de correo electrónico. Un día, todos los e-mails vinculados a mi investigación fueron borrados. Todo aquello no fue fácil de sobrellevar pero, supongo, forma parte de ese universo. La defensa de los derechos humanos y de la memoria no es terreno neutral en ninguna parte y menos aún en América Latina donde estos asuntos son muy recientes o actuales.
No obstante, simultáneamente a mi investigación, trabajé con una oenegé francesa con el fin de abrir una escuela de periodismo para jóvenes con dificultades económicas e indígenas. En consecuencia, soy profesor de periodismo en el marco de esta estructura, lo que me brinda una gran satisfacción. Es la transmisión de esta pasión lo que busco perpetuar.-
P: De manera sucinta, menciónanos tus más importantes influencias para sacar adelante este trabajo.
R: Es hermoso destacar que fue Jorge Semprún quien me abrió la puerta de este universo de los Derechos Humanos, y que mi libro está prologado por Costa Gavras, uno de los primeros si no el primer cineasta en interesarse por el tema de las dictaduras en América Latina, con películas como « Missing » (o « Estado de sitio »). Semprún y Gavras trabajaron juntos en varios filmes. Para mí, significó un broche de oro para este ciclo.
* Madrid 1923-París 2011. Intelectual, escritor, cineasta y político republicano español, quien pasó la mayor parte de su vida en Francia. Resistente durante la Segunda Guerra Mundial y afiliado al Partido Comunista español en el exilio, entre 1943 y 1945 tras ser denunciado fue deportado y estuvo prisionero en el campo de concentración de Buchenwald (Alemania). Entre 1988 y 1991 fue ministro de Cultura en su país de origen, bajo gobierno de Felipe González, aunque nunca perteneció al PSOE.
Addendum:
En realidad, el cóndor es un ave majestuosa, simbólica en los países que comparten las cumbres andinas, o sea, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Sin embargo, el « vultur gryphus » (su nombre científico) se encuentra desde hace tiempo cerca del peligro de extinción al ver su hábitat invadido cada vez más por el ser humano. Los países involucrados desarrollan desde finales del siglo pasado programas para su conservación e incentivar su reproducción.
Probablemente, que hayan bautizado con su nombre a aquella operación por completo ignominiosa era un mal augurio para su porvenir. Pero, seamos optimistas y tal vez lo veamos renacer desprovisto de aquel plumaje multicolor, donde se mezclan los uniformes de las fuerzas armadas y de seguridad de los países que sobrevoló y en los que clavó sus garras (Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, con la colaboración de la CIA estadounidense).
Martín Almada afirma que aquel cóndor « todavía vuela », visto a la luz de los últimos acontecimientos políticos ocurridos en América Latina. Es cierto que un mal endémico que parecía desterrado, pero para el que no hay vacuna, se recrea en varios de nuestros países: el espectro de la extrema derecha sobrevuela más de medio continente y algunos nostálgicos del terrorismo de Estado lo evocan como la operación concertada más eficaz en nuestra historia común.
No obstante, aquel cóndor secuestrado, rehén de los Pinochet, Videla y otros sanguinarios amantes de la muerte, vuela bajo, errático y de a poco se despluma gracias a certeros hondazos como este libro escrito por Pablo Magee (está prevista una versión en español en un futuro cercano, a publicar probablemente en Buenos Aires).-
Adolfo « Fifo » Guidali